El Cardo

Desde el siglo I a.C., el Cardo de Jerusalén no ha perdido su función comercial. Esta antigua vía romano-bizantina que atraviesa la Ciudad Vieja está repleta de pequeñas tiendas y galerías de arte.

Un poco de historia

En las grandes ciudades romanas había un Cardo Maximus, una amplia avenida comercial flanqueada por columnas. El Cardo de Jerusalén se construyó en el año 130 a.C. bajo las directrices de Adriano, que dictaminó que la calle atravesara el norte de la ciudad, desde la Puerta de Damasco hasta la Puerta de Sion.

En el siglo VI, Jerusalén estaba bajo el dominio de los bizantinos, que ampliaron el Cardo romano hacia el sur. Esta zona se convirtió en la calle principal de Jerusalén, un auténtico hervidero de peregrinos, comerciantes y gente local.  

Las excavaciones realizadas en los años setenta, sacaron a la luz las antiguas columnas del Cardo romano, que hoy en día reciben a los visitantes a la entrada del barrio judío de la Ciudad Vieja. En la pared lateral de las excavaciones, un colorido mural refleja cómo era el Cardo en su época de máximo esplendor, una calle bulliciosa llena de vendedores.

Qué comprar en el cardo

Hoy en día, el Cardo Maximus ha renacido como una pequeña calle llena de talleres de artesanos locales, tiendas de antigüedades y galerías de arte. ¡Un auténtico museo al aire libre! El Cardo desde la Puerta de Damasco hacia el sur de la Ciudad Vieja, atravesando el barrio judío.

Bajo un bonito techo abovedado discurren las tiendas del Cardo, donde es posible encontrar láminas, antiguas postales, fotografías que reflejan la historia de Jerusalén y muchos otros artículos únicos.

Horario

Todos los días de 9:00 a 20:00 horas.

Transporte

Caminando desde la Puerta de Sion.