Shabat en Jerusalén
El shabat es el día sagrado de los judíos, y significa descanso y desconexión. Aunque en cada ciudad y cada familia se vive de forma diferente, visitar Jerusalén durante el shabat es una oportunidad única de presenciar cómo la vida se detiene.
¿Qué es el shabat?
El shabat comienza con la puesta de sol del viernes y termina al anochecer del sábado. Se trata del séptimo día de la semana judía y está dedicado al descanso. En shabat no se trabaja, no se conduce, no se cocina y no se compra; es una jornada dedicada a la oración y a la desconexión total.
Las normas y restricciones que rodean al shabat aparecen descritas en la Torá, pero no todos los judíos las siguen al dedillo. Sin embargo, resulta curioso ver cómo las familias más conservadoras de Jerusalén frenan por completo cualquier actividad durante estas horas y no están en contacto con ningún tipo de tecnología. No usan el móvil, no utilizan electrodomésticos y ni siquiera pueden pulsar el botón del ascensor.
Debido al alto porcentaje de población judía en Jerusalén, la ciudad se adapta a estas tradiciones. Durante el shabat, las tiendas cierran, las calles se vacían y los ascensores de los hoteles paran en cada piso para que nadie tenga que pulsar al botón. ¡Una locura!
Viajar a Jerusalén durante el shabat
Desde el atardecer del viernes hasta la puesta de sol del sábado, Jerusalén se detiene. El shabat en Jerusalén llega a cada hogar y comercio judíos y lo inunda todo con sus dos directrices: descanso y oración. Las tiendas y los restaurantes de la Ciudad Santa cierran, a excepción de los comercios gestionados por musulmanes y cristianos, y el transporte público deja de funcionar durante el shabat.
Durante la mañana y la tarde del viernes, las calles de Jerusalén se vacían, a excepción de los barrios árabe, cristiano y armenio. En las zonas judías apenas hay gente, ni coches, ni ruidos; una aparente calma que se rompe cuando se pone el sol. Entonces, las callejuelas de la Ciudad Vieja comienzan a llenarse de familias ortodoxas caminando deprisa en una misma dirección: el Muro de las Lamentaciones.
Aquí, en el lugar sagrado para los judíos, tienen lugar los rezos y cánticos del shabat. Aunque está permitida la entrada a la plaza, la zona de oración queda reservada para los judíos. Es muy importante vestir de forma respetuosa y no grabar ni hacer fotos, algo totalmente prohibido en shabat y que los judíos toman muy en serio.
Recomendaciones
Si tenéis la oportunidad de estar en la Ciudad Santa durante el shabat, una buena opción para conocer a fondo las costumbres de los judíos en su día sagrado es reservar el tour del shabat por Jerusalén. De esta forma, recorreréis junto a un guía especializado los lugares sagrados de la Ciudad Vieja, mientras sois testigos de primera mano de los rituales y las tradiciones que se celebran durante el shabat. ¡Una oportunidad única!
Si llegáis a Jerusalén durante el shabat (o viernes o sábado), debéis tener en cuenta que el transporte del aeropuerto a las ciudades no funciona. Algunos taxis regentados por árabes o cristianos operan esos días, pero puede resultar bastante difícil encontrar uno rápido. Por ello, la mejor opción es reservar un servicio de traslado al hotel y evitar preocupaciones.