Vía Dolorosa
Cada año, miles de peregrinos llegados de todo el mundo recorren la Vía Dolorosa de Jerusalén, que marca el camino que siguió Jesucristo desde su condena hasta su crucifixión.
La calle de los peregrinos
La Vía Dolorosa nace al este de Jerusalén, cerca de la Puerta de los Leones, y llega hasta el Santo Sepulcro. Se trata de una larga calle de la época romana por la que pasan cada día miles de peregrinos, turistas y gente local. Los gritos de los vendedores del bazar se entremezclan con los cánticos y oraciones de los fieles en la calle más sagrada de Jerusalén.
La Biblia relata cómo Jesucristo recorrió este icónico camino empedrado portando la cruz, desde que Poncio Pilato lo juzgara en la antigua Fortaleza Antonia hasta el Santo Sepulcro.
Siguiendo los pasos de Jesús en sus últimos momentos, miles de peregrinos recorren estas calles deteniéndose en las estaciones más importantes de la Vía Dolorosa.
Estaciones del Vía Crucis
La Vía Dolorosa se divide en 14 estaciones que simbolizan cada uno de los momentos clave de la Pasión de Cristo. Las llamadas “nueve estaciones de la cruz” están en el exterior, mientras que las cinco restantes discurren por el interior del Santo Sepulcro. En muchas de estas paradas de la Vía Dolorosa se han construido iglesias y capillas que rememoran cada momento.
Estas son las estaciones más famosas del Vía Crucis:
- La condena: estaciones I y II. La primera estación del Vía Crucis marca el juicio de Poncio Pilato a Jesús, seguido de la corona de espinas y los azotes, que dan nombre a la Iglesia de la Flagelación. En la segunda estación se encuentra la Iglesia de la Condenación, donde Cristo fue obligado a llevar la cruz.
- Las caídas de Jesús: estaciones III, VII y IX. Durante el camino que siguió Jesús llevando la cruz, cayó al suelo en tres ocasiones. En cada estación hay capillas e iglesias donde los fieles se detienen a rezar y recordar estos momentos.
- Los encuentros: estaciones IV, V, VI y VIII. Los evangelios relatan que, a lo largo de su angosto camino, Jesús se detuvo con varias personas. La estación IV representa el encuentro con su madre, la estación V marca el momento en el que Simón le ayuda a llevar la cruz, la estación VI simboliza el momento en que Verónica le seca la cara y la estación VIII representa a Jesús consolando a las mujeres de Jerusalén.
- Muerte y crucifixión: estaciones X, XI, XII, XIII y XIV. Las últimas cuatro estaciones del Vía Crucis se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro y representan el momento en que Jesús es despojado de sus ropas, su crucifixión, su muerte, el bajado de la cruz y el entierro.
Una visita imprescindible
Aunque el Vía Crucis es un recorrido pensado para los más religiosos, el ambiente que se respira en esta calle de Jerusalén hace que cualquier turista se lance a recorrer estos metros de acera empedrada. Además, la Vía Dolorosa atraviesa gran parte de la Ciudad Vieja, por lo que tendréis que atravesarla sí o sí en algún momento de vuestro viaje.
Las oraciones silenciosas de los peregrinos solo rotas por los gritos de los vendedores musulmanes del zoco conforman una estampa única en Jerusalén.
Lugares próximos
Museo de Tierra Santa (97 m) Basílica del Ecce Homo (111 m) Zoco de Jerusalén (221 m) Explanada de las Mezquitas (261 m) Ciudad Vieja de Jerusalén (266 m)