Zoco de Jerusalén

Si habéis estado en Fez o Marrakech, el zoco de Jerusalén os transportará directamente al bullicioso laberinto de calles de cualquier zoco marroquí. ¡El lugar con más encanto de la Ciudad Santa!

Aunque el zoco de Jerusalén hoy en día está consagrado al turismo, no ha perdido la esencia bulliciosa y animada que caracteriza a cualquier mercado de estas características. En el zoco del barrio musulmán los puestos de los vendedores se amontonan en las estrechas calles en cuesta mientras los turistas se abren paso para ojear cada tienda.

Los productos más vendidos en el zoco de Jerusalén son souvenirs de todo tipo, kipás, lámparas de aceite y pañuelos. También encontraréis numerosos puestos de zumos de frutas, que os ayudarán a refrescaros para seguir el ritmo que exige comprar en el zoco de Jerusalén.

¿Se puede regatear?

¡Por supuesto! Los vendedores árabes esperan que el cliente regatee, por lo que los precios que encontraréis en el zoco de Jerusalén vienen de por sí inflados. Lo normal es empezar pidiendo la mitad de la cantidad inicial y a partir de ahí ir bajando poco a poco.

Aunque hay de todo, la mayoría de los vendedores del zoco de Jerusalén son súper agradables y están deseando hablar, practicar las frases que se saben en cada idioma y, cómo no, vender su producto con algo de cháchara.

Una visita imprescindible

Jerusalén es conocida por albergar lo mejor de Oriente y Occidente. La mejor zona de la ciudad donde sentir su esencia más oriental es el zoco del barrio musulmán de Jerusalén. Dejar atrás el Muro de las Lamentaciones y adentrarse en el laberíntico y ajetreado zoco es como atravesar una puerta del tiempo, por lo que no podéis dejar pasar la oportunidad de visitar el zoco de Jerusalén.