Museo Arqueológico Rockefeller

A muy pocos metros de la Puerta de Herodes se encuentra el Museo Arqueológico Rockefeller de Jerusalén, ubicado en un bonito edificio de piedra caliza. El museo fue inaugurado en 1938, durante el mandato británico, gracias a la donación millonaria del filántropo estadounidense John D. Rockefeller.

Este museo arqueológico alberga miles de piezas halladas en las excavaciones realizadas por todo Israel y los Territorios Palestinos en las primeras décadas del siglo XX. Se trata, en su mayoría, de antigüedades excavadas en Jerusalén, Ascalón, Jericó, Megido y Laquis.

Qué ver en el Museo Rockefeller

La colección del Museo Arqueológico Rockefeller ofrece un viaje a través de la historia de Israel desde la prehistoria hasta la época otomana. Los objetos de cada periodo se exhiben en las salas de forma cronológica, comenzando por una estatua encontrada en Jericó que tiene más de 9000 años.

Las salas del museo son amplias, con techos altos rematados por medallones al más puro estilo romano. Entre los objetos más antiguos destacan joyas de oro de la Edad de Bronce, pergaminos hebreos, vasijas de tiempos de Jesucristo, mosaicos romanos y bloques con inscripciones de la era bizantina.

El Museo Rockefeller de Jerusalén también expone monedas de diferentes periodos, esculturas romanas, dinteles, columnas y restos de antiguas sinagogas. Una de las salas más curiosas del museo alberga varias puertas que formaron parte de la Mezquita al-Aqsa y un dintel de mármol del siglo XII del Santo Sepulcro.

El patio central

Rodeado por tres pórticos en torno a una alberca central se encuentra el patio del Museo Arqueológico Rockefeller, una de las zonas más interesantes del museo. De un solo vistazo, el patio recuerda inevitablemente a la Alhambra de Granada, que sirvió de inspiración para su construcción.

Bajo los arcos del patio central se exponen numerosas piezas de gran tamaño, como sarcófagos o mosaicos romanos.